El dolor crónico disminuye la calidad de vida de las personas, ya que afecta prácticamente a todos los ámbitos de la vida (laboral, psicológico, social, afectivo), generando en ocasiones aislamiento y una sensación de no resultar demasiado útil. También tiene repercusiones económicas considerables tanto para los pacientes que lo sufren, como para los sistemas sanitarios…
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